Si existiera un premio al país con más contradicciones en materia cripto, ese seguramente recaería en Rusia. Esta nación ha pasado por posturas muy diversas, desde la prohibición que ha pedido múltiples veces el Banco Central de Rusia, hasta su apertura para el uso para el comercio internacional en la que trabaja el Ministerio de Finanzas. Entre los organismos del poder Ejecutivo y Legislativo también hay divergencias.
Ahora, los legisladores rusos están trabajando en un proyecto de ley de enmienda que permitiría al país lanzar un exchange nacional oficial, es decir, en manos del Estado. Esto se revela en información extraída de medios locales.
Según los informes, un participante no identificado en las discusiones reveló que los legisladores estaban en contacto con las partes interesadas del mercado sobre las enmiendas necesarias para las regulaciones de las criptomonedas en el país. La nota añade que los legisladores están trabajando en un borrador de documento que considere la posición de los actores del mercado antes de presentarlo a las autoridades superiores.
El borrador necesitaría obtener la aprobación del Banco Central de Rusia junto con el Ministerio de Finanzas del país.
Con este plan, Rusia busca poner las criptomonedas bajo control estatal. Un miembro del Comité de Política Económica, Sergei Altukhov, dijo:
“No tiene sentido decir que las criptomonedas no existen, pero el problema es que circula en un gran flujo fuera de la regulación estatal. Estos son miles de millones de rublos de ingresos presupuestarios perdidos en forma de impuestos”.
Althukov agregó que era necesario crear condiciones que legalizaran las criptomonedas en el país y “regularan las reglas del juego”.
El tema no es nuevo. En julio de este año, el jefe del Comité de Mercados Financieros de la Duma, Anatoly Aksakov, propuso crear un exchange cripto nacional que formaría parte de la Bolsa de Moscú.
Asimismo, el gobierno ruso está trabajando en varios proyectos de ley a favor de las criptomonedas para eludir las sanciones de Occidente. En septiembre, los reguladores financieros rusos acordaron permitir el uso de criptomonedas para pagos transfronterizos.