El gigante tecnológico estadounidense Microsoft ha anunciado que invertirá 2.900 millones de dólares para ampliar su red de infraestructura de Inteligencia Artificial (IA) y servicios en la nube en Japón, además de establecer su primer centro de investigación en el país asiático.
La inversión, desvelada este martes en Washington, está prevista para los próximos dos años con el fin de expandir la demanda creciente de servicios de IA generativa en Japón y supone una expansión del acuerdo que ya existe entre Microsoft y Tokio.
Esta supondrá la inversión más importante de la compañía estadounidense en Japón, ampliando las instalaciones de la empresa en Tokio (centro) y Osaka (oeste) para aumentar la capacidad de procesamiento de información de los centros de datos esenciales para la IA generativa e introducir semiconductores de IA de última generación llamados GPU, detalló hoy la cadena estatal nipona NHK.
El presidente de Microsoft, Brad Smith, hizo este anuncio durante una reunión con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, que está Washington en el marco de una visita de Estado, en la que también ofreció estrechar la cooperación en materia de ciberseguridad y compartir información en el caso de que se produzcan ciberataques.
«La colaboración con empresas globales con infraestructura digital es importante para la industria japonesa en su conjunto. Espero continuar con la cooperación», dijo Kishida en declaraciones recogidas por NHK.
Por su parte, Smith añadió que «Japón tiene una enorme base tecnológica» y que la IA puede suponer una oportunidad ante el envejecimiento de la población, por lo que esta inversión «resulta esencial para su desarrollo».
El anuncio de Microsoft coincide con una visita oficial de Kishida a Washington, donde celebrará en los próximos días una cumbre con el presidente de ese país, Joe Biden, y con el de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., junto a los que abordará la ampliación de la cooperación de seguridad y económica ante el auge de China.
Además de temas de seguridad, Kishida tratará con Biden el estado de las inversiones niponas en EE.UU. y el refuerzo de las cadenas de suministro de materias primas y componentes industriales clave -entre ellos los semiconductores y las baterías eléctricas-, un asunto que también se discutirá con el líder filipino.